¿Qué hacer si te atrae otra persona teniendo pareja?

Si es de tu interés este artículo, apoyanos compartiendo en tus redes sociales con tus amigos y cuéntanos lo que opinan dejen sus comentario

¿Qué hacer si te atrae otra persona teniendo pareja?

¿Te atrae otra persona teniendo pareja? no te agobies muchas veces el deseo no significa infidelidad.
Cuando tenemos pareja, puede ser completamente normal que otra persona nos parezca guapo o guapa, hoy Tere Díaz, nos dice cuando es atracción y cuando hay peligro de tener un “resbalón” y cómo actuar.

EL DESEO NO SE CASA CON NADIE
Uno se casa o se empareja con la persona que ama, con quien comparte un proyecto suficientemente sólido, con quien tiene un acoplamiento bueno en muchos sentidos, pero el deseo no se casa con nadie.

EL PASO DEL TIEMPO
Quizás durante el enamoramiento – dentro de esa burbuja en la que “tu y yo somos uno mismo”-toda la energía psíquica y sexual queda canalizada en el ser amado y uno “no tiene uno ojos” para nadie más; pero pasado el tiempo, y desvaneciéndose el enamoramiento, la atracción por otras personas puede, sin mucha dificultad.

¿ES MALO SENTIR ATRACCIÓN POR ALGUIEN QUE NO ES MI PAREJA?
Que nos atraigan otras personas no es un problema, puede ser inquietante y desestabilizador, pero justo toca saber que una de las gestiones más difíciles en la vida del adulto es la gestionar el deseo sexual por la fuerza de esta pulsión y la “necesidad” de desahogo que genera.

Ante esto surgen las preguntas sobre “¿Estoy mal?”, “¿Mi relación ya no funciona?”, “¿Qué me puedo permitir?”, “¿qué no debo consentir”, “¿Cuándo debo de parar?”. Es importante dejar fuera de este tema a todas las personas que abusan de su poder de forma consecutiva y descarada y se dan “permisos” que jamás darían a su pareja.

¿QUÉ HACER ANTE ESTA SITUACIÓN?
Primero pregúntate con honestidad si nunca has sido “mujer de un solo hombre” u “hombre de una sola mujer”. Hay quien no es monógamo y le es imposible cumplir los acuerdos de exclusividad.

Quien lo sabe, lo asume y lo actúa debería entrar a una relación poniéndolo sobre la mesa. Baja tu experiencia de culpa, porque uno no elige aquello que le resulta atractivo y le produce deseo. Justo el deseo corre, como río, por su propia cuenta.

No le digas a tu pareja… ¡para el verdadazo! Hay quien, para calmar sus culpas, deposita en su pareja la responsabilidad de contenerlos, orientarlos, etc. De momento, no actúes bajo el deseo… No empieces a coquetear, a buscar acercamientos, a espiarlo o espiarla en persona o en línea. Aprende a manejar tu frustración como un adulto. Te servirá para muchas cosas más.

Reflexiona sobre el momento de vida que estás atravesando. ¿Esta atracción se da en un momento particular dónde están pasando cosas nuevas, desafiantes o estresantes en tu vida?  El nacimiento de un hijo, un ascenso de trabajo, una pérdida importante.

Cuestiona si tu necesidad viene de la carencia o de la potencia. Los temas de carencia se resuelven detectando y asumiendo lo que te falta o lo que te faltó, aceptándolo, promoviéndolo para ti.  La energía de potencia se canaliza enfocándola en actividades y proyectos que te sumen en la vida.

Si quieres continuar con tu pareja ver si se puede resolver en el plano “de juego”. Las fantasías son una importante fuga para cierta tensión sexual, el incremento de posibilidades, no solo sexuales, pero sí eróticas, con tu pareja, pueden ayudar. Hay parejas que hasta escalan sus rituales amorosos a prácticas más transgresoras.

Si “persisten las molestias” de forma invasiva, y no quieres continuar con tu pareja, es momento de actuar coherentemente y tener una conversación clara de que la relación no funciona para ti, sin necesidad de hablar de tu atracción hacia otras personas.

En caso de que siga la “comezón”, aléjate y corta del todo el contacto con ese tercero, o cuida tus acercamientos en caso de que no lo puedas hacer.

Si nada de esto te funciona, y literal no la quieres actuar mal, consulta a un terapeuta que te apoyo a entender, acomodar, y transicionar esta etapa.

Fuente: Tere Díaz, psicoterapeuta especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Autora del libro “¿Cómo identificar un patán?” y “¿Por qué nos mentimos si nos amamos?”.

No hay comentarios